Sergio Gómez, conocido como “k-paz”, dejó una huella imborrable en la música grupera antes de su trágica muerte hace 17 años. El 2 de diciembre de 2007, a la edad de 34 años, fue secuestrado y asesinado en Michoacán, un hecho que conmocionó a sus seguidores en México y Estados Unidos. Aunque había enfrentado amenazas previas, la brutalidad de su asesinato fue inesperada. Este caso ha permanecido en la memoria colectiva y, recientemente, su esposa, Felicitas García, ha decidido romper el silencio y compartir detalles oscuros sobre los eventos que rodearon su muerte.
Sergio había comenzado su carrera musical a una edad temprana, influenciado por su padre. En 2002, formó su propia banda, “K-paz de la Sierra”, que rápidamente ganó popularidad y se convirtió en un referente del pasito duranguense. Sin embargo, el éxito también trajo tensiones, tanto en su vida personal como profesional. En los meses previos a su muerte, Sergio expresó su deseo de continuar su carrera por separado, lo que generó conflictos con sus compañeros de banda.
La noche de su asesinato, tras un exitoso concierto, Sergio fue secuestrado junto a varios promotores. A pesar de los esfuerzos de su familia por encontrarlo, su cuerpo fue descubierto al día siguiente, revelando signos de tortura extrema. Las circunstancias de su muerte han sido objeto de diversas teorías, incluyendo la posibilidad de un vínculo con el crimen organizado.
Felicitas ha revelado que Sergio había recibido amenazas antes de su muerte y que, en una conversación días antes, mostró una inquietante paz sobre su propia mortalidad. Su esposa destacó la brutalidad del crimen y el dolor que sigue presente en su vida y la de su familia. Además, ha enfrentado conflictos legales sobre el legado de Sergio, complicando aún más su duelo.
A medida que se cumplen 17 años de su muerte, las revelaciones de Felicitas ofrecen una mirada profunda a la vida y el trágico final de Sergio Gómez, recordándonos la luz que su música sigue irradiando en el corazón de sus seguidores.