En 2024, el mundo de la música mexicana se vio envuelto en un profundo luto tras la partida de diez cantantes emblemáticos que dejaron una huella imborrable en la cultura latina. Estos artistas, con sus voces y composiciones, encantaron a generaciones y su legado perdurará en el corazón de millones.

Uno de los más impactantes fue el fallecimiento de Dulce, una querida cantante que murió el 25 de diciembre a los 69 años, tras una dura batalla con problemas de salud. Su voz única y su repertorio diverso, que incluye el clásico “Muñeca”, hicieron de ella una figura icónica en la música latina. Su partida en vísperas navideñas resonó especialmente entre sus seguidores, quienes perdieron a una de las artistas más queridas.

El 6 de enero, la música mexicana se despidió de Amparo Rubín, una pionera en la composición que dejó un legado significativo a pesar de su fallecimiento a los 68 años. Su influencia y talento la convirtieron en una inspiración para muchas generaciones de músicos.

La trágica muerte de Chui Montana, un joven cantante de corridos tumbados, el 7 de febrero, acribillado a tiros, puso de relieve los peligros que enfrentan los artistas en la actualidad. A sus 23 años, había logrado captar la atención de un público amplio, y su pérdida conmocionó a sus seguidores.

El 7 de mayo, el rock mexicano lloró a Lino Nava, guitarrista de La Lupita, quien, tras una valiente lucha contra el cáncer, falleció a los 55 años. Su legado musical sigue inspirando a nuevas generaciones.

Javier Batis, conocido como el padre del rock mexicano, nos dejó el 14 de diciembre a los 80 años, tras una batalla contra el cáncer. Su contribución al género fue fundamental, y su influencia se extiende más allá de su tiempo.

La partida de Marilú, a los 95 años, marcó el final de una era en la cultura mexicana, mientras que el rapero Majestic, fallecido en circunstancias trágicas, dejó un vacío en la escena musical. Irma Serrano, la Tigresa, y Fito Olivares, conocido como el músico de las fiestas, también se sumaron a esta lista de pérdidas, recordándonos la fragilidad de la vida y la importancia de celebrar el legado de quienes nos han dejado.

Estos talentos, aunque ya no estén con nosotros, continuarán resonando a través de sus obras y el amor que generaron en sus fanáticos. La música mexicana se enfrenta a un desafío, pero su rica herencia cultural seguirá viva en cada nota que se escuche.