La muerte siempre nos sorprende, y el mundo del espectáculo no es la excepción. En 2025, varios actores y famosos mexicanos perdieron la vida, dejando un vacío en la cultura y el entretenimiento del país. A continuación, recordamos a diez de ellos, cuyas historias, algunas rodeadas de misterio y controversia, merecen ser recordadas.
Roberto “Gallo” Tamayo, un boxeador sonorense, fue encontrado muerto el 1 de enero en Ciudad Obregón, con múltiples heridas de bala. Su vida estuvo marcada por la lucha tanto en el ring como en su vida personal, enfrentando problemas de adicción y presuntos vínculos con el crimen organizado.
Cristóbal Ortega, un ícono del Club América, falleció el 2 de enero tras una larga batalla contra el cáncer. Su legado en el fútbol mexicano es invaluable, con una carrera de 18 años y numerosos títulos que lo consagraron como uno de los grandes del deporte.
María del Socorro Infante, hermana del legendario Pedro Infante, murió el 3 de enero. A pesar de su cercanía con la fama, eligió una vida discreta y familiar, dejando un legado de humildad y unidad en su familia.
Emilio Echevarría, un destacado actor de teatro y cine, falleció el 4 de enero a los 80 años. Su carrera estuvo marcada por su dedicación y talento, convirtiéndose en un pilar del cine mexicano.
Teresita Miranda, viuda del famoso Chabelo, murió el 3 de enero. Su vida estuvo dedicada al apoyo de su familia y la preservación del legado de su esposo, siendo recordada por su elegancia y fortaleza.
Danny Buster, músico destacado del ska mexicano, fue encontrado muerto el 7 de enero en circunstancias trágicas, lo que conmocionó a la comunidad musical. Su banda, Mascatesta, dejó un legado imborrable en la escena musical.
Alberto Onofre, un prometedor futbolista que vio truncada su carrera por una lesión, falleció el 9 de enero. Su historia es un recordatorio de los desafíos que enfrentan los atletas en su camino.
Amparo Garrido, actriz y pionera del doblaje, murió el 9 de enero a los 95 años. Su legado en el cine y la televisión, así como su contribución a la industria, perduran.
Iliana de la Garza, actriz y madre dedicada, falleció el 12 de enero. Su vida estuvo marcada por la resiliencia, dejando una huella profunda en la industria del entretenimiento.
Por último, Alma Rosa Aguirre, figura emblemática del cine de oro mexicano, falleció el 27 de enero. Su carrera, que abarcó varias décadas, sigue siendo un referente para las nuevas generaciones.
Estas pérdidas nos recuerdan la fragilidad de la vida y el impacto que estas figuras tuvieron en la cultura mexicana. Su legado perdurará en la memoria colectiva y en el corazón de quienes los admiraron.