Un escándalo inesperado ha sacudido la industria del entretenimiento en Corea del Sur, involucrando al reconocido actor Kim Soo-hyun y a la fallecida actriz Kim Sae-ron. Las acusaciones que han surgido han generado un intenso debate en redes sociales y medios de comunicación, dejando al público dividido sobre la veracidad de los hechos.

El conflicto comenzó cuando la tía de Kim Sae-ron reveló en una entrevista que su sobrina habría mantenido una relación con Kim Soo-hyun desde 2014, cuando ella tenía apenas 15 años y él 26. Según su testimonio, esta supuesta relación duró seis años y se intensificó tras el escándalo de 2022 que afectó a Sae-ron, quien fue arrestada por conducir ebria y enfrentó problemas económicos y de salud mental antes de su trágico fallecimiento.

La familia de Kim Sae-ron ha acusado a Kim Soo-hyun de desentenderse de ella en sus momentos más difíciles, afirmando que el actor le exigió la devolución de una suma considerable de dinero tras el escándalo y que incluso había ignorado sus intentos de contacto. Esta situación ha reavivado preguntas sobre la naturaleza de su relación y las implicaciones morales de una posible dinámica de poder desigual.

Por su parte, la agencia de Kim Soo-hyun, W Entertainment, ha desmentido las acusaciones, calificándolas de falsas y anunciando acciones legales contra quienes difundan rumores. A pesar de esto, el canal de YouTube que inició la controversia se mantiene firme en sus afirmaciones y amenaza con tomar acciones legales si se confirma la relación entre ambos actores mientras ella era menor.

Este escándalo ha puesto de manifiesto no solo la fragilidad de los artistas ante la presión mediática, sino también el impacto del abuso de poder en las relaciones dentro de la industria del entretenimiento. Las preguntas sobre la verdad detrás de la relación entre Kim Soo-hyun y Kim Sae-ron persisten, dejando a la opinión pública en un estado de incertidumbre mientras se discuten temas de responsabilidad y moralidad en el mundo del espectáculo.