La reciente revelación del testamento de la icónica cantante Dulce, fallecida el 25 de diciembre de 2024, ha desatado una tormenta de emociones y controversias, especialmente en su hija, Romina Mircoli. Dos meses después de la muerte de su madre, Romina finalmente tuvo acceso al documento que promete cambiar el curso de su vida. Sin embargo, lo que encontró no fue lo que esperaba, lo que desató su reacción incontrolable.

Los primeros rumores apuntan a que el contenido del testamento podría estar relacionado con la herencia de derechos de autor de las canciones de Dulce y otros bienes acumulados a lo largo de su carrera. Sin embargo, algunos cercanos a la cantante sugieren que Dulce había previsto la posibilidad de que Romina no pudiera manejar adecuadamente su legado, lo que la llevó a tomar decisiones drásticas antes de su fallecimiento. Se dice que la artista mostró preocupación por cómo su hija podría gestionar su patrimonio, un tema que se volvió aún más delicado tras su muerte.

Romina, quien había estado al lado de su madre durante sus últimos momentos, ha expresado su dolor y confusión ante estas revelaciones, defendiendo su amor por Dulce y desmintiendo acusaciones de que su interés en la herencia era superficial. En medio de una controversia pública alimentada por declaraciones de Francisco Cantú, amigo cercano de Dulce, que insinuó un distanciamiento entre madre e hija, Romina busca honrar la memoria de su madre y continuar su legado musical.

La situación se complica con la presión mediática y el duelo que Romina enfrenta, mientras planea homenajes que celebren la vida y carrera de Dulce. A medida que los secretos y tensiones familiares salen a la luz, el público se pregunta: ¿qué legado realmente dejó Dulce, y cómo lo manejará su hija en medio de esta tormenta emocional? La historia continúa desarrollándose, y muchos esperan que Romina encuentre el camino para honrar a su madre mientras navega por las complejidades de su herencia.