Ángela Aguilar y Christian Nodal comenzaron el Año Nuevo de una manera inolvidable, celebrando su amor con una velada mágica que dejó a todos los presentes sin aliento. A tan solo cinco meses de su matrimonio, esta period su primera Navidad y Año Nuevo juntos como esposos, y ambos estaban decididos a que fuera una celebración memorable.
La sorpresa comenzó semanas antes, cuando Ángela, con su característico toque detallista, ideó un evento especial en secreto para honrar el inicio de 2025 y el amor que compartía con Christian. En una cena bajo las estrellas, Ángela le expresó a Christian su deseo de hacer de esa noche algo extraordinario, y él, conmovido, le respondió que ya period especial por estar juntos.
El 31 de diciembre, cuando Christian llegó al lugar de la celebración, se encontró con un jardín iluminado por miles de luces cálidas y una gigantesca mesa decorada con flores blancas y doradas. La emoción aumentó cuando Ángela subió al escenario con una guitarra y le dedicó una canción que había compuesto para él, revelando sus sentimientos más profundos. Christian, visiblemente emocionado, no pudo contener las lágrimas y la abrazó con amor.
La noche continuó con un espectáculo de mariachis, una pista de baile vibrante y fuegos artificiales que marcaron la cuenta regresiva hacia el nuevo año. Justo después de la medianoche, Ángela llevó a Christian a un área privada donde un mural iluminado mostraba fotografías de su relación. En el centro, una carta escrita a mano decía: “Este es solo el comienzo de nuestra historia”.
La celebración se tornó aún más mágica con una cena exquisita creada por cooks reconocidos, seguida de una serenata en la que la pareja cantó juntos por primera vez. Cristian sorprendió a Ángela con un delicado collar como símbolo de su amor, mientras que ella le obsequió una guitarra personalizada para continuar creando música juntos.
Con el corazón lleno de amor y promesas, Ángela y Christian comenzaron su nuevo año unidos, listos para enfrentar cualquier desafío y construir un futuro lleno de sueños compartidos. Esta velada no solo fue una celebración de amor, sino también un recordatorio de que juntos podían lograr cualquier cosa.
