El mundo aún recuerda con tristeza la trágica muerte de la Princesa Diana, ocurrida el 31 de agosto de 1997 en un accidente automovilístico en París. Colin Teut, uno de sus amigos más cercanos y su conductor, rompió su silencio recientemente en un emotivo programa de televisión, revelando detalles desgarradores sobre aquella fatídica noche y los días posteriores a su muerte.

Teut recordó cómo recibió la devastadora noticia mientras estaba en casa con su esposa. La llamada cambió su vida para siempre y lo sumió en un profundo duelo, sintiendo una abrumadora culpa por no haber sido el conductor esa noche. Durante la entrevista, Colin no pudo contener las lágrimas al recordar los momentos difíciles que vivió tras el accidente, desde la llegada al palacio de Kensington hasta la tarea de llevar el cuerpo de Diana de regreso a Inglaterra.

El accidente, que dejó también a Dodi Fayed y al conductor Henry Paul sin vida, ha sido objeto de múltiples teorías de conspiración a lo largo de los años. Sin embargo, investigaciones oficiales tanto británicas como francesas concluyeron que la muerte de Diana fue accidental, derivada de la persecución de los paparazzi y la falta de uso del cinturón de seguridad.

Colin compartió sus experiencias de enfrentar a los medios y la presión que sintió durante todo el proceso de duelo. La atención mediática fue abrumadora, y la escena del hospital, donde se intentó salvar a Diana, fue un recuerdo imborrable. A pesar de la tristeza y la confusión, Colin se mantuvo firme en su deber de honrar la memoria de la Princesa, quien había dejado una huella indeleble en el corazón de millones.

La muerte de Diana no solo conmovió a quienes la conocían, sino que también generó un luto mundial, con su funeral siendo uno de los eventos más vistos en la historia de la televisión. Las revelaciones de Colin Teut nos recuerdan la humanidad detrás del título, y el impacto duradero de una vida tan extraordinaria. Mientras las teorías continúan circulando, el legado de la Princesa Diana perdura, y su memoria sigue siendo un símbolo de compasión y servicio.