A los 44 años, Salvador Cabañas ha confirmado una verdad que ha dejado a muchos petrificados: su vida cambió drásticamente tras un ataque violento en 2010. La estrella paraguaya, conocida por su destacada trayectoria en el Club América y la selección de Paraguay, enfrentó una tragedia que lo dejó luchando por su vida después de recibir un disparo en la cabeza en un club nocturno de Ciudad de México. Este suceso no solo marcó el fin de su carrera futbolística, sino que también reveló la traición de su esposa, María Lorgia Alonso, en un momento de vulnerabilidad extrema.
Desde su nacimiento el 5 de agosto de 1980 en Itaguá, Paraguay, Cabañas mostró un ferviente deseo de convertirse en futbolista. Su carrera comenzó en 1998 y, a lo largo de los años, se convirtió en uno de los delanteros más temidos del fútbol mexicano. Sin embargo, el 25 de enero de 2010, su vida dio un giro inesperado. Tras el ataque, Salvador fue llevado a un hospital donde los médicos no tenían muchas esperanzas de que sobreviviera. Sin embargo, él tuvo una experiencia cercana a la muerte que describió como un encuentro con Dios, lo que lo impulsó a luchar por su vida.
A pesar de las sombrías predicciones, Cabañas se recuperó. Sin embargo, el impacto del ataque fue devastador, afectando su vida personal y profesional. Su exesposa, que supuestamente lo traicionó durante su recuperación, ahora vive en condiciones precarias, un giro irónico del destino que ha generado un amplio debate en los medios.
A pesar de todo, Cabañas ha encontrado un nuevo propósito. Desde su retorno a Paraguay, ha trabajado en la creación de escuelas de fútbol y ha utilizado su plataforma para ayudar a su comunidad. Su historia es un testimonio de resiliencia y esperanza, demostrando que, a pesar de las adversidades, siempre hay espacio para un nuevo comienzo. “Lo importante es que estoy vivo”, reflexionó Salvador, abrazando la nueva visión de vida que ha surgido de su lucha.