La reciente muerte de la cantante Dulce ha desatado una tormenta de controversias, sobre todo tras la publicación de su testamento, que fue modificado poco antes de su fallecimiento. Este cambio repentino ha generado especulaciones acerca de la relación entre Dulce y su hija, Romina, quien ha sido acusada de estar más interesada en la herencia que en el luto por la pérdida de su madre.

Romina, la única hija de la artista, se ha visto envuelta en un mar de críticas tras declarar que su madre siempre había tenido todo organizado. Sin embargo, sus palabras han sido interpretadas de diversas maneras, especialmente cuando afirmó que Dulce era “ingenua”. Estas declaraciones han llevado a muchos a cuestionar la naturaleza de su relación, sugiriendo que la cercanía entre ambas no era tan fuerte como se pensaba.

Además, un psíquico y amigo cercano de Dulce reveló que, al llegar al hospital, Romina preguntó inmediatamente por el testamento en lugar de preocuparse por la salud de su madre. Este testimonio ha cambiado la percepción pública de Romina, quien ha intentado defender su posición alegando que solo deseaba asegurarse de que todo estuviera en orden.

El escándalo se intensificó con la filtración de un audio en el que se escucha a Romina decir que su madre manipuló situaciones para hacerla quedar mal. Esto ha llevado a muchos a preguntarse si la relación entre ellas estaba marcada por tensiones que nunca se resolvieron completamente.

Las autoridades están investigando las circunstancias que rodearon el tratamiento de Dulce en sus últimos días, incluyendo la administración de una sustancia no autorizada que podría haber acelerado su deterioro. Este descubrimiento ha suscitado aún más dudas sobre la sinceridad de Romina y su papel en la muerte de su madre.

Por si fuera poco, la decisión de Romina de optar por la cremación en lugar del entierro, contraviniendo los deseos de Dulce, ha generado indignación entre los fans y allegados, quienes piden respuestas sobre el verdadero estado de la relación entre madre e hija. Mientras la investigación avanza, el legado de Dulce se encuentra empañado por un drama familiar que parece lejos de resolverse.