El esposo de Paquita La del Barrio, Álvaro Mendoza, ha roto el silencio a sus 86 años, revelando una conmovedora verdad sobre la vida de la icónica cantante mexicana. En una emotiva conversación desde su hogar en las afueras de la Ciudad de México, Mendoza compartió secretos que han permanecido ocultos durante años, revelando una faceta desconocida de Paquita.

Paquita, cuyo verdadero nombre era Francisca Viveros Barradas, nació en Alto Lucero, Veracruz, y es recordada por su potente voz y su defensa de los derechos de las mujeres. Sin embargo, su esposo descubrió que ella había mantenido en secreto su formación como pianista clásica, habiendo estudiado en el Conservatorio Nacional de Música bajo un pseudónimo. Este descubrimiento, encontrado en un compartimento oculto detrás de un espejo, incluía partituras, grabaciones y un diario personal que documentaba sus pensamientos más íntimos.

Mendoza relató que Paquita dedicó gran parte de su vida a enseñar piano a niños de escasos recursos en Veracruz, utilizando su talento no solo para el entretenimiento, sino para transformar vidas. Además, destinaría un porcentaje significativo de sus ingresos a financiar una escuela de música para niñas en su ciudad natal, un proyecto que mantuvo en secreto durante décadas.

El legado de Paquita va más allá de su música popular; también creó una fundación que ofrecía ayuda legal a mujeres víctimas de violencia, impactando la vida de más de 15,000 personas sin buscar reconocimiento. Su compromiso con la música clásica y su deseo de mentorizar a jóvenes artistas son parte de una historia rica en generosidad y dedicación.

Álvaro reveló que Paquita tenía una biblioteca privada con más de 5,000 libros y un jardín de orquídeas raras, donde cultivaba su amor por la naturaleza. A través de estas revelaciones, se nos presenta una Paquita que desafió las expectativas, mostrando que su vida y arte estaban entrelazados con un profundo deseo de cambio y empoderamiento para las mujeres.

A medida que se comparten estos secretos, el mundo tendrá la oportunidad de conocer a la verdadera Paquita, una mujer cuyas acciones resonaron más allá de sus canciones y cuyo legado perdurará en el tiempo.